Para
entender el presente
Una
mirada al pasado
En
2011 perdió las elecciones en BCS el grupo denominado Los Cabos luego de un
rompimiento entre los leonelistas que se habían empoderado en el gobierno a
través del PRD, para dos años después pelear la plaza de venta de drogas que se
les salía de las manos…..
Leonel
Cota se alió al Cartel de los Arellano Félix en 2004 para hacerse de la vista
gorda en el tráfico de drogas y armas que estos realizaban, y realizan a todo
lo largo y ancho de la península de Baja California desde los años 80´s en que
se empoderaron en la fronteriza Tijuana.
Antes
de retirarse de la plaza de BCS, el encargado de la Agencia Federal de
Investigaciones (AFI), en reunión con el cuerpo de seguridad del estado, dejó
en claro quién era el jefe de plaza y quiénes conformaban sus células de
distribución de drogas en La Paz. Destacaban el Javy,
el Paisa, el Oajaco, el Güero Layo, el Adan de la 8 y los Quiróz y
cómo éstos tenían dividida la Plaza. En un CD les dejó la información necesaria
y suficiente para que hicieran lo que mejor les conviniera.
El
encargado de la AFI creyó que actuarían conforme a derecho pero Leonel Cota ya
había recibido los beneficios del narcotráfico por lo que mejor dejó en manos
de sus sicarios Lenín Rodríguez y Joel (el Coreano) Martínez Rosas, la
información privilegiada que recién recibía para que se encargaran de cobrar
cuota por la venta de droga. Así lo hicieron por varios años, cobraron piso
hasta que perdieron el poder político y el respeto de otros carteles con la
ejecución el 25 de octubre de 2011, en Cabo San Lucas, del comandante Martín
Márquez Ruiz a manos de los sicarios Jesús
Manuel Reyes Flores (El Negro) y Jaime Alberto Alvarado Moreno (El Jimmy)
desertores del grupo especializado de las fuerzas armadas denominado los Gafes
(Grupo Aeromóvil de las Fuerzas Especiales)
La ejecución se ordenó porque creyeron que el
comandante se habría quedado con 5 millones de pesos que traía consigo otro
ejecutado, este de nombre Eleazar García Gómez (El Belén), y que servía al jefe
de plaza conocido como El Javy. Debido
a que los matones fueron ubicados, después de asesinar al comandante, en una
casa de seguridad de la colonias Brisas del Pacifico se desató una balacera
donde intervinieron elementos de la Marina y, en la refriega cayó abatido el
teniente de corbeta Enrique Gervasio Martínez, un pistolero que estaba en la
casa de seguridad identificado como Héctor Javier Arredondo Díaz (El Mazo) y de
que tres agentes de la Policía Ministerial del Estado resultaron heridos en el
mismo incidente, los bien entrenados desertores lograron escabullirse por entre
las sombras de la noche y, desde luego con el apoyo de policías desleales de la
talla de el Coreano.
Luego de operar en San José del Cabo durante los
siguientes meses junto a el Barbas, el Coreano y el Chinola, el 24 de enero de
2012 asesinaron en la colonia El Zacatal de San José del Cabo a un integrante de
la organización delictiva de Javier Acosta
López (El Javy ) de nombre José Luis Oceguera (El Chilango), todo
esto con la finalidad de advertir que ellos serían los nuevos jefes de plaza.
La policía ministerial logró desarticular la banda
donde también participaban Martín Guadalupe Ceseña Ceceña (El Martincillo)
Joseph Antony López (El Gringo) así como Ángel Rivero López (El Tigre) quien se
perfilaba como el jefe de plaza del Cártel La Oficina en Los Cabos; se cuidaron
de no detener al Coreano, al Barbas y al Chinolas, que eran quienes pagaban
piso por la venta de droga; como se podrá advertir, la plaza era pagada por
cualquiera que se dedicara a la venta de estupefacientes pues la sed de dinero
es grave en los cuerpos de seguridad que supuestamente deben combatir el
tráfico y prevenir la drogadicción.
Raymundo
Flores aparece de espaldas, con chaleco antibalas, el jefe de inteligencia de
la procuraduría Edgar Roberto Siquieros Rojo es el panzón de lentes y el Oajaco
es el que tiene la mano izquierda en la bolsa del pantalón, mientras que su
mano derecha la descansa en la cerca perimetral. A diez metros un agente
ministerial ofrece protección.
A raíz de
este evento la SEIDO abrió un expediente en contra de servidores públicos de
BCS pues los detenidos empezaron a mencionar los nombres de Edgar Roberto
Siqueiros Rojo, jefe de inteligencia de la procuraduría; Luis Alberto López
López, exasesor jurídico de la SSPE, refugiado en la coordinación de giras del
gobernador donde Irineo Martínez (también mencionado en el expediente) era el
jefe; se menciona a Raymundo Flores Aguilar, perito criminólogo, pues se logró
capturar una imagen fotográfica donde éste platicaba con el Oajaco y el jefe de inteligencia de la procuraduría. Otros
que aparecen en el expediente han dejado de ser funcionarios como Lenín
Rodríguez, Joel Martínez y otros más pesados que poco a poco irán apareciendo
en esta historia criminal.
Otro evento que alertó a la población del maridaje
entre algunos policías corruptos y el Javy fue el
hecho que se escenificó un año después, a deshoras de la madrugada cuando un
comando ‘rafageó’ la casa del comandante Francisco Iván Rochín González en San
José Viejo, localizado en las calles Oaxaca y Puebla, además de serías amenazas
de muerte de parte del incipiente cartel de La Oficina a los también agentes
ministeriales Julio César castillo, Alfonso Meza y Daniel Rodríguez.
Luego de que los medios de comunicación publicaran
la foto donde se ve al Oajaco junto a dos funcionarios públicos, su cuerpo fue
encontrado en una brecha que conduce de Ciudad Constitución a la
Hacienda-Misión de San Luis Gonzaga, junto a su guardaespaldas José Guadalupe
Puentes Calderón (El Garapiñado) con evidentes signos de torturas
punzocortantes en el cuello, quemaduras en el rostro para luego de sacarles la
información que querían, sus asesinos los degollaron atados de pies y manos. La
escena del crimen (por la forma de la tortura y la muerte) reveló que los
asesinos habrían sido agentes ministeriales conocidos del Oajaco.
Enseguida de esta ejecución salió a relucir el
nombre de Inés Zamudio y Manuel Garibay (El Manuelón) pertenecientes al cartel
de los Arellano Félix, sujetos que habían empezado a ser protegidos por los
cuerpos de seguridad a través de una módica cuota de 10 a 20 mil pesos
semanales para el director de seguridad y tránsito municipal, y comandante de
los ministeriales, respectivamente.
El reacomodo de quienes se disputaban la plaza
empezaba a ser noticia, después de sacar de la jugada al Adán de la 8, al Güero
Layo, a los Quiróz, y de la ejecución del Oajaco, por la serie de brutales
ejecuciones y amenazas a ministeriales y policías municipales, sobre todo de
los municipios de La Paz, Los Cabos y Comondú, así como a policías de la
entonces secretaría de seguridad pública del estado.
Como si fuera una limpia para dejarles el camino
libre a los nuevos ‘puchas’, la PGR a través de la SEIDO, según la averiguación
previa PGR/SIEDO/UEIDCS/237/2012 habría iniciado un operativo en contra
de todo lo relacionado con el Oajaco, ‘reventando’ varios domicilios en La Paz
y Ciudad Constitución pero ‘en ninguno se le encontró’, según reveló la PGR a
través de los medios de comunicación.
A quien sí encontraron en un domicilio de La Paz
BCS fue al sobrino del Oajaco de nombre Roberto Salazar Monzón y a su pareja Blanca Esthela Avilés Agúndez, de 22 y 19 años
respectivamente; entre las pertenencias decomisadas a este par se enlistan un
rifle R-15 con casi mil cartuchos, medio kilo de cocaína y otro tanto de
cristal, así como más de 4 mil dosis de este último estupefaciente.
De
las siete viviendas ‘reventadas’ una de ellas, en ciudad constitución, era de
un diputado local que se amparó por aquello de la dudas y, lo que son los
nervios, a los meses sufrió una fuerte enfermedad que lo mantuvo fuera de
circulación por algunos meses para después reincorporarse a su trabajo
legislativo apoyado con un bordón. Otro diputado más, de esa misma localidad,
identificado por su afición al cristal falleció de una sobredosis después de
acusar públicamente a su compañero de bancada.
El
interrogatorio al que fueron sometidos los jovencitos dejó en claro que ‘su tío
era el bueno’ en la localidad, pues contaba con el apoyo de los gobernadores
perredistas a quienes les brindaba fiestas en el rancho Los Dos de Los Planes BCS, propiedad que estaba a nombre de Lorena
Aguirre Monzón, mamá del Oajaco, además de otras propiedades. En este rancho,
una semana antes de que asesinaran al joven policía Carlos Vega, se pusieron de
acuerdo para ponerle un cuatro, y asesinarlo por haber filtrado datos en la
ejecución del comandante Manuel Ceseña Cota, ocurrida el 30 de septiembre de
2007, después de que éste detuvo a la banda de los Güeros Layos (libro Crónica
de una Ejecución: Comandante Manuel Ceseña)
El
sobrino también mencionó los nombres de los que componían la banda del Oajaco
(además de ‘dedear’ a los políticos y jefes policiacos que le daban protección)
entre los que se encuentran como lugartenientes los hermanos Jesús Ramón y
Arturo Salazar Monzón; como jefe de seguridad Martín Salgado Graciano (El
Pachuco); como quaterback’s en La Paz se encuentran Héctor Manuel Diarte
Aguilar (El Cleto), su hijo Héctor Manuel Diarte Ramírez y la esposa del
primero de nombre Brizna Cecilia Leal Cortés.
En
Comondú, como ya se dijo, se encontraba José Guadalupe
Puentes Calderón “El Garapiñado”; en Todos Santos José Romero Orozco
Agúndez; dentro del penal de La Paz, Francelia Guillermina Ramírez Ramírez se
encargaba de pagar piso a custodios y jefes para vender libremente la droga
entre los internos; para entrar al mercado de Comondú, además de entregar
dinero a los jefes policiacos, negoció con el jefe de una de las células de
Inés Zamudio, de nombre Ramiro Miranda Claro (El Grillo)
Debido
a que el Oajaco negoció con la policía de la nueva administración, los perredistas ordenaron
su muerte evento que se cumplió luego de festejar la compra de un rancho cerca
de San Luis Gonzaga y que lo dejaron sin guardaespaldas pues a dos de éstos
(sólo se quedó con él el Garapiñado) los mandaron a Ciudad Constitución para
comprar algunos aditamentos para la elaboración de un platillo conocido como
Ceviche. Los cuerpos del Oajaco y del Garapiñado fueron encontrados casi un mes
después de su brutal asesinato y, de los guardaespaldas del mandado no se supo
más.
El
10 de mayo de 2012, en el interior del restaurante el Bismarcito un matón
solitario entró, disparó en contra de Zeferino Beltrán Félix quien se
encontraba festejando a su esposa, evento que anunció un presagio por lo que
estaba por suceder en la tranquila ciudad de La Paz con la llegada del
neocartel de la Oficina a quien le estaban abriendo las puertas los corruptos
de la PGR, ministeriales, del estado y municipales.
La operación limpieza, de todo lo que oliera a
Oajaco, se dio al igual que lo sucedido con el cartel de Mazatlán, cuando el
candidato del PRI a la presidencia de la república Luis Donaldo Colosio
Murrieta negoció con ellos. La DEA y el CISEN ubicaron a todos y cada uno de
los integrantes de ese cartel, ejecutando a todos ellos….
El 13 de octubre de 2012, Félix Beltrán Félix, de
ocupación jornalero agrícola fue ‘levantado’ por cuatro personas vestidas de
policías municipales que se conducían a bordo de una picap blanca, marca
nissan, con los logotipos de esa corporación, delante de sus compañeros de
trabajo, Gumersindo Martínez Pérez y Antonio
Montesinos Sarmiento, en
el rancho El vergel que se encuentra a espaldas del aeropuerto internacional
Manuel Márquez de León, en La paz BCS. La detención sucedió a las 6:10 de la
mañana, cuando los jornaleros iban a bordo de una picap Chevrolet, placas CE-88-214 por
la calle Gilberto Arreola, sin el vidrio trasero, motivo que pretextaron los
uniformados para interrogarlos. De inmediato uno de ellos esposó a Félix, para
enseguida sus compañeros esposar a los otros dos pero a una seña, los dejaron
libres, excepto al primero a quien lo trasladaron para una investigación ya que
le habrían encontrado droga.
Este
levantón estuvo relacionado con la ‘limpia’ que se había ordenado pues los
uniformados creyeron que era pariente de Zeferino Beltrán Félix, ejecutado en
el interior del restaurante el Bismarcito, ocurrido 4 meses atrás. La
investigación para su localización se empantanó pues los testigos identificaron
una picap distinta de la policía municipal, a través de una cámara de
seguridad, donde curiosamente el comandante Manuel Ángel Güereña Ruiz, era
acompañado de tres agentes de nombres David Ambriz Ramírez, Pedro Jaime Quevedo
González y Daniel Sánchez Olachea.
La
espiral de corrupción, desde los agentes municipales hasta los jueces de
distrito estaba siendo comprobada por la sociedad pues meses antes Inés
Zamudio, luego de ser detenido y acusado por varios delitos relacionados con la
venta de estupefacientes y ejecuciones de puchas contrarios, fue dejado en
libertad por el juez segundo de distrito Alejandro Quijano Álvarez, y a los
días del ‘levantón’ del jornalero agrícola, el Güero Layo, dueño de la plaza de
La Paz durante los dos sexenio de los perredistas, también fue liberado por
otro juez, este de nombre Francisco Javier Silva Anda.
Fue
tal el empoderamiento de los delincuentes formados bajo el cobijo del PRD que a
dos años de ya no recibir protección policiaca, empezaron a ser noticias al ser
levantados, ejecutados, participar en balaceras….
Los
sobrinos que fueran protegidos por el profesor Víctor Castro Cosio,
exsecretario de educación pública, expresidente municipal de La Paz y
exdiputado federal, cargos públicos todos ellos por el PRD, de nombres Ramón
Antonio y Carlos Alejandro Castro Castro conocidos en el bajo mundo del hampa
como el Perro y el Bebo, se vieron envueltos en una balacera que sus matones hicieran
por de más de quince cuadras, donde pusieron en peligro a los derechohabientes
del Centro de Salud y de los estudiantes de la ETI pues casi desde la casa
familiar ubicada en Ignacio Ramírez y Constitución, les empezaron a disparar,
para de ahí doblar por la calle 5 de Mayo (a una cuadra está el Centro de
Salud) hasta la calle Melitón Albañes, atrás de la escuela ETI, por donde
doblaron para de ahí ir a refugiarse a la casa del Perro ubicada en Baja
California entre Bravo y Allende, donde los matones abortaron la persecución.
…..
Héctor Manuel Diarte Aguilar (El Cleto)
fue levantado el 10 de septiembre del 2012, por cinco sujetos armados que lo
sacaron a empellones de su casa ubicada en la colonia Villas del Encanto de La
Paz.
Joel Bautista Hamburgo (El Hamburgo), fue
‘levantado’ el 24 de diciembre del 2012 cuando se dirigía a casa de su mamá a
bordo de un vehículo Corolla, modelo 1993.
Omar Cabrera Valencia (El Chino), fue levantado en
la tienda Ley de la colonia Miramar.
Roberto Daniel López Losa (El Pájaro),
El Choche y El Niño, fueron levantados cuando circulaban sobre las calles de
Oaxaca y Josefa Ortiz de Domínguez. Los tres fueron interceptados por un
vehículo color gris, marca Toyota, línea Cambry modelo 1990 pero de los tres
sujetos, dos fueron subidos a la fuerza, mientras que el Pájaro se les escapaba
pero para su mala suerte fue arrollado por sus perseguidores que, al ver la
presencia de la policía municipal huyeron del lugar dejando mal herido el
atropellado. Los levantados fueron cruelmente asesinados por sus captores.
…….
El Diablo se despertó. La lista de
‘levantados’, para luego de que sus familiares presentaran denuncias, la
procuraduría considerarlos ‘desaparecidos’, esto empezó a alarmar a la
población: A Erika Rosales González la levantaron y el 14 de marzo fue reportada
como desaparecida. Dos días después Marcos Joel González Robles quedó como
desaparecido. Al siguiente día Juan Javier Medina Corral, quedó registrado como
desaparecido. Al siguiente mes Jesús Iván Ramos Jiménez (El Chuy) fue reportado
como desaparecido. Siete días después Damaris Karina Márquez Moreno (La
Damaris) quedó registrada como desaparecida: Ese mismo día Carlos Antonio Cota
Cervantes (El Charly) también quedó como ‘desaparecido’ y, al entrar el mes de
mayo Abel Leal González (El Buena Onda) engrosó la lista de desaparecidos.
En Comondú las cosas empeoraron pues
aquellos que pagaban cuota regresaron con más bríos pues volvieron a sentir el
apoyo de los corruptos cuerpos policiacos. Luego de que Inés Zamudio fuera
sacado de circulación por lo brutal de su procedimiento, regresó a tomas su
lugar Noe Fregoso Sosa, alias ‘El Jitler’ quien era acompañado por su hermano y
lugarteniente de nombre Leobardo y el comandante Elmer, como jefes de logística
traía al Gordo Vega, al Fresa, el Chuyín, el Calzón, el Tony, el Clavo y, a las
damiselas Amarani y Alondra las comisionó para la distribución de la droga en
bares y centros nocturnos.
Debido a que un ‘tumbado de la burra’
empezó a hablar sobre los levantados, la policía ministerial a finales de mayo
de 2013 logró dar con la ubicación de unas fosas clandestinas donde El Rayo, el
Gordo, el Pelón y el Pepillo, junto al Simón, enterraron siete cadáveres de la
veintena de ‘desaparecidos’. Sería hasta octubre de ese año, gracias a que el
reportero Jacinto Romero empezó a investigar la ‘desaparición’ del Hamburgo,
por recomendaciones del papá y del tío Enrique, a los que les cobraría 100 mil
pesos, ‘un golpe de suerte’ de la policía ministerial dio con la octava fosa,
encontrando en ella precisamente al ‘Hamburgo’. Casi seis meses después
entregaron los restos a los familiares y, a Jacinto, como es obvio, no le
pagaron lo convenido.
Para sembrar más terror en la población
el Diablo conectó las cosas de tal manera que los perredistas que buscaban
reacomodar sus fuerzas permitió que El Coreano, juntos a varios de sus
compinches, trataran de ‘coincidir’ con el horario establecido para ‘aventarse
una doble ejecución’ en la humanidad de los hermanos Alcantar López, Antonio y
Leobardo, en distintas direcciones pero las cosas no salieron como ellos lo
planearon.
Los sicarios contratados no eran
profesionales, pues seguramente el Coreano trató de quedarse con un billete que
les proporcionó el autor intelectual, (un alto funcionario de gobierno) por
sugerencias de Leonel Cota y Saúl González, ya que los que fueron a la casa de
Antonio en la colonia Fidepaz sí cumplieron con la orden pero los que fueron al
domicilio del hermano en la colonia Arcoiris III, luego de dispararle con
miedo, y al ver caer a Leobardo, creyendo que estaba muerto, emprendieron la
huida pero para su mala suerte que vecinos y transeúntes identificaron la media
filiación de los matones y la unidad que utilizaron para huir, por lo que al
llegar las patrullas, de inmediato los agentes fueron informados con los datos precisos,
lo que ayudó a su pronta localización, esto es en menos de una hora, cuando
bajaban a una marisquería.
Mientras que los matones del ex vocero
huían impunemente, por otro lado los detenidos por el atentado, de ese 9 de
octubre de 2013, en contra de Leobardo, mismo que fuera trasladado gravemente
herido al hospital Salvatierra, balconeaban al Coreano de ser quien ordenó las
muertes; además dijeron que les consiguió los vehículos, trazó las rutas de
escape y les proporcionó las armas con
el apoyo de su hermano el Furby.
El caso parecía que se resolvería hasta
llegar a los autores intelectuales, pero como se trataba del exgobernador
Leonel Cota, la averiguación previa sólo se limitó a consignar como autor
intelectual al cabo más delgado (que es por donde se rompe la cuerda) al sujeto
conocido en el bajo mundo del hampa como el Coreano de nombre Joel Martínez
Rosas.
Debido a que hubo fuga de información,
la policía ministerial no tuvo más remedio que solicitar la detención del
aprendiz de terrorista, el cual habría sido enviado al medio oriente para que
se capacitara junto a otros peligrosos sujetos más que serían los que
controlaban, cuando fueron gobierno los Montaños, a los Güeros Layos, al Oajaco
al Adán de la 8, a los Quiróz y al Javy entre otros.
El 16 de octubre, a escasos siete días
de la ejecución y del atentado, Joel Martínez Rosas fue detenido por la policía
ministerial de Tijuana cuando salía del hotel donde se hospedaba en compañía de
su familia a quien le estaba tramitando la visa para esconderse en la Unión
Americana, mientras se ‘enfriaba el terreno’. El detenido se negó a dar datos
de sus ordenadores, por lo que la consignación ante el juez de la causa se
limitó a cerrar el caso para darle impunidad al dador del dinero que ese día
del asesinato, precisamente, el ejecutado le ganaba un amparo.
…..
El
año 2014 inició con el cinismo de los jefes policiacos, comandantes o
suboficiales, en el sentido de no importarles que los vieran recibiendo dinero
de los operadores de la logística de las células de puchadores, o de los
propios dueños de la plaza que estaba dividida a todo lo largo y ancho de la
península sudcaliforniana, como dividida estaba políticamente pues Mulegé y Los
Cabos eran del PRD, que controlaban a los de Sinaloa y de los Arellano Félix;
Loreto y La Paz era del PRI, controlado por Beltrán Leyva.
Lo
cruel es que utilizaban a ministeriales y del estado para apoyar a las células
de criminales para localizar adversarios, los levantaban y luego los entregaban
a los jefes de plaza quienes después de torturarlos los asesinaban y sepultaban
en fosas clandestinas. La información que les sacaban era en el sentido de
saber quiénes eran los puchadores solitarios para que trabajaran para ellos y,
si no aceptaban los ejecutaban con la complacencia de las policías corruptas,
ante la impotencia de sus compañeros que no estaban complicados directamente,
aunque sí con su silencio por miedo o amenazas.
De
pronto llama la atención la ejecución del que fuera comandante de la Unidad
Mixta de Atención al Narcomenudeo (UMAN) Juan Antonio Salgado Burgoin, en la
época de los perredistas bajo las órdenes de El Coreano, mismo a quien se le
bajó de rango al tomar las riendas el PRI y de comandante pasó a suboficial con
baja de sueldo lo que provocó que junto a once compañeros tramitaran sendos
amparos que obligó a la autoridad a respetarles el sueldo, no así el grado.
…..
Salgado
Burgoin se fue de bruces acusando a uno y a otro, sin medir las consecuencias
pues cuando fue comandante de la UMAN cometió una serie de irregularidades bajo
las órdenes de el Coreano, como el de dar protección a los puchadores del Güero
Layo quien le habría entregado un lote de joyas, un rifle AK- 47 y dinero en
efectivo para iniciar la buena amistad. Una vez que dejó la UMAN se le
comisionó en diferentes delegaciones, sobre todo en la de Los Planes BCS, donde
observaba el tráfico de droga que se realizaba de Punta Arenas a los distintos
poblados del estado, sobre todo a Cabo San Lucas conociéndose esa trayectoria
como la ruta ciega.
Fue
precisamente en su época de comisionado en esa ruta ciega que asesinaron a dos
policías municipales que prestaban sus servicios en San Antonio, primer poblado
que conectaba la ruta, y también, diferente a ese suceso, se encargó de la
detención de unos individuos conocidos como los Abaroa, provocando con ello una
seria movilización de vehículos sospechosos por las celdas municipales lo que
obligó a los jefes policiacos a dejarlos en libertad sin cargo alguno a pesar
de que transportaban droga al momento de su detención.
Lo
más temerario del atolondrado Jesús Antonio fue que exhibió en el mes de diciembre
a los jefes de plaza que pagaban piso, semana a semana, al jefe policiaco, a
los comandantes de las delegaciones y a los jefes de los cinco sectores en que
está dividida La ciudad de La Paz. Ya con la pérdida de la voluntad, Salgado
Burgoin fue ‘invitado’ a videograbarse para subir a Youtube imputaciones del
mal gobierno priísta. Ante esta actitud, los jefes se vieron en la necesidad de
despedirlo por indisciplina.
El escenario estaba listo para que cualquier loco que
se sintiera perjudicado por la presidenta municipal actuara impunemente en
contra del comandante. Esto nos recuerda un cuento Árabe: Estando un día el
Diablo al lado de Dios, le pidió permiso para bajar a la Tierra, luego de mucho
insistir, Dios otorgó lo solicitado, no sin antes recomendarle que no hiciera
daño. En cuanto estuvo en la Tierra, vio a un soberbio borrego que estaba atado
a la sombra de un árbol. Satanás soltó al animal que inmediatamente, al
sentirse libre corrió por los patios de la casa hasta que pasó por la puerta
principal que se encontraba abierta y por donde vio un enorme espejo que
reflejaba su figura. El bruto cordero creyendo que era otro animal dio dos tres
pasos hacia atrás y ¡zum!, que emprende veloz carrera para estampar los cuernos
en el enorme cristal causando estrepitoso ruido al caer los vidrios esparcidos por
toda la sala. La dueña de la casa al escuchar el escándalo bajo de su recámara
preguntando que si qué sucedía, entonces vio el daño causado y exclamó
llevándose las manos al pecho -- ¡El espejo que me regaló mi familia! –
Preguntó -- ¿Quién lo hizo? – Respondió el mayordomo que el borrego se había
soltado y que entró a la casa quebrando el espejo -- ¡Mátalo! – ordenó la
furibunda mujer.
Al
llegar el esposo notó que su borrego no le baló como siempre lo hacía por lo
que preguntó al mismo mayordomo que si dónde estaba su borrego – La señora me
ordenó que lo matara -- ¡Cómo! – exclamó sorprendido – si ella sabe que el
borrego era mi adoración desde que quedó huérfano. – Tratando de justificar su
trabajo el sirviente dijo – Es que el cordero se soltó, entró a la sala y
quebró el espejo que dice su señora es el regalo de bodas de su familia.
El
hombre sin voluntad entró enojado a la casa donde encontró a la mujer
cómodamente sentada en la sala y sin decir aguas va le propinó tremenda paliza
que le causó la muerte. Los familiares de la dama al enterarse de los hechos
mataron el viudo quien fue vengado también por sus familiares y en la refriega
murieron todos.
Al
enterarse Dios de la muerte de las dos honorables familias le preguntó al
Diablo que si tenía algo que ver con los hechos -- ¡No para nada! – Contestó
Satanás – yo sólo quité la estaca donde estaba la soga que tenía el borrego
atada al cuello.
El 21 de febrero de 2014, Jesús Antonio salió de su
vivienda en la colonia Diana Laura en compañía de su esposa quien manejaba
una camioneta Voyager color guinda, al
filo del medio día para recoger a su hijo al jardín de niños para de ahí pasar a
casa de su suegra por una bicicleta que ya habían tratado en venta, luego se
dirigieron a la escuela primaria donde recogieron a su hija y de ahí ir a dejar
la bicicleta a la calle Mulegé donde, al llegar, se le emparejó una picap color
blanco marca Toyota de donde bajaron dos tipos bien vestidos, con ropa de
marca, armados con pistolas que descargaron el contenido en la humanidad del
excomandante que quedó muerto en el asiento del acompañante. La niña de once
años de edad, al conducirse en el asiento trasero recibió dos rozones de bala
en el brazo derecho, misma que bajó la mamá al ver que sangraba.
Los
vecinos llamaron a la policía llegando
al lugar de los hechos minutos después siendo recibidos por la alterada esposa
con gritos de “ustedes fueron pinches culeros”, “ustedes lo mataron”
La
necropsia rebeló que la humanidad del caído habría recibido trece tiros calibre
9 mm, aunque en la escena del crimen los peritos de servicios periciales sólo
encontraron 10 casquillos percutidos y uno más sin percutir.
Con este artero asesinato las posibilidades de la
alcaldesa de alcanzar la nominación como candidata a gobernadora por BCS se
esfumaron puesto que sus manipuladores habían logrado que grabara un video que
subieron a Youtube donde culpaba a Esthela Ponce si le pasaba algo.
De Sinaloa llegaron noticias en el mes de junio del
abatimiento a tiros del Babay, presunto jefe de plaza de Los Cabos en
sustitución del Javy lo que obligó al reacomodo de las fuerzas del mal pues en
Comondú también habían disminuido las fuerzas del Jitler, evento que
aprovecharon los jefes policiacos para vender la plaza al mejor postor.
Al no ponerse de acuerdo, el 31 de julio de 2014
trataron de pactar policías del estado, los Dámasos y la gente de Luis Montoya
por la plaza de la ciudad La Paz pero al llegar el Rayo, de quien se supone
acomodó las piezas para la reunión en el kilómetro 8 de la carretera La Paz a
Los Planes, los integrantes de tres vehículos ‘todo terreno’ que se encontraban
escondidos entre los matorrales empezaron a disparar sobre otros tantos autos
que conducían los del ‘encuentro cumbre’ entre los que destacaban el Pantera,
el Betillo y el Ferrari mismos que cayeron abatidos a tiros, y dejando con una
bala en sedal sobre la nalga al Rayo quien fue llevado al hospital Salvatierra
para su atención médica por agentes ministeriales.
En los momentos en que levantaban al herido, los
vehículos todo terrenos salieron dentro de la espesura, bajo las sombras de la
noche sin que los policías hicieran algo por detenerlos, solo se limitaron a observar
que tomaban rumbo a La Paz donde vecinos de las colonias Agua Escondida,
Correcaminos, los vieron pasar para salir cerca del panteón Jardines del
Recuerdo con rumbo a la carretera al sur por donde se encuentran las oficinas
de la subsecretaría de seguridad pública.
En el nosocomio estaban gente del Rayo, uno de ellos
fue reconocido por un coronel de las fuerzas armadas como el Barbas, mismo que
se dio cuenta de la identificación por lo que, a como pudo se escabulló por
entre la gente al momento de que interrogaban al herido.
Las indagaciones apuntaban a la participación de
cuando menos 4 policías de la subsecretaría de seguridad pública entre los que
se encuentran Aurelio Parra Mungaray, Fernando Estrada (el Mono) Martín Aceves
y Rubén Romero que curiosamente al día siguiente de los hechos dos de ellos
fueron reportados como desaparecidos por sus familiares quienes no mostraban
tristeza al momento de la denuncia ministerial.
Al día siguiente de los hechos del
31 de julio de 2014, el periodista Jacinto Romero se enteró que en el kilometro
8 de la carretera de La Paz a Los Planes BCS habrían asesinado a tres mañosos,
quedando herido uno más. Con los números de placas de los autos y de una
cuatrimoto dejados en el lugar, se dirigió al departamento de tránsito para
conocer el nombre de las personas que aparecieran como dueños de los mismos.
De inmediato, al tener los
nombres, en su cuenta de Twitter dio a conocer poco más que los diarios, pero
un tipo que sirve como secretario en las oficinas de los senadores del PAN
trató de desacreditar su información preguntando dolosamente que si a quién chantajearía
con esa información. Eso permitió que Jacinto ya no le diera seguimiento
públicamente a los hechos que a partir de ese momento aterrorizaron por 14
meses a los habitantes de la ciudad La Paz.
Durante ese tiempo vio cómo el
reportero urbano se llevó los laureles al darle seguimiento día a día a todos o
casi todos los sucesos de horror, terror y pánico que enlutó a 180 familias,
durante esos 168 días. Trataron de emular al aprendiz de 'comunicador' tres o
cuatro periodistas más, sin resultados positivos. Jacinto se lamentaba por no
cumplir con su trabajo de informar hasta que le llegó material y testimoniales
suficientes para desenredar la trampa del secretario de los panistas. El
mentado lame suelas habría sido secretario del hotelero, convertido en senador
por el PAN, Luis Coppola, una administración anterior.
Jacinto en 2007 habría estado en
la Ciudad de México gracias a que el Delegado municipal de Cabo San Lucas le
otorgó en cortesía un boleto de avión, ida y vuelta a la capital Mexicana, donde
se entrevistó con el
hotelero en uno de los pasillos del Senado de la República y a quien le pidió
como Sudcaliforniano que contendiera por la presidencia municipal de La Paz y
luego a la gobernatura, invitación que denegó el hotelero senador por así convenir
a sus intereses personales.
Enseguida le comentó que los
perredistas estaban cometiendo una serie de eventos criminales con el cártel de
los Arellano Félix y que traía en sus alforjas una especie de compendio de la
revista Cárcel Propia y que quería convertirlo en libro pero que no contaba con
los recursos económicos para ello. Le solicitó en préstamo el costo de la
edición o, si era su voluntad le patrocinara la impresión y que con eso
editaría otros libros más para denunciar las pillerías de los criminales
convertidos en políticos de BCS.
El secretario particular escuchaba
atento la plática a quien le ordenaron que se encargara de la edición, en el
entendido que era en apoyo para cumplir con la promesa de exhibir a los malos
políticos de su estado.
En diciembre
de 2007 llegó ese secretario al domicilio de Jacinto Romero en La Paz BCS para
anunciarle que ya pronto le llegarían los libros que le encargó al senador y
que el costo había sido de 17 mil pesos. Lo que dejó veladamente claro el beodo
lame suelas es que quería ese dinero.
No fue hasta mediados de enero de
2008, a casi quince días de las elecciones cuando llegaron las cajas con los
libros, y pensando seguramente el lamesuelas que serían utilizados como regalo
para que los votantes torcieran la intención del voto a favor del PAN, pero
como el acuerdo no había sido ese, Jacinto se replegó no sólo por ese ardid
político, sino porque al libro le habían quitado las imágenes que le daban
mayor claridad al contenido.
El secretario, al no adjudicarse
los 17 mil pesos y al no 'repartirse' el libro, urdió otro plan para
justificarse con su patrón: utilizó un escrito del líder sindical de
gastronómicos que emplazó a huelga al hotel Los Arcos, propiedad del senador,
para hacer creer que Jacinto lo habría redactado.
Jacinto se disculpó con el senador
a través de correos por internet pero jamás recibió respuesta alguna del
hotelero lo que le vino a demostrar que su secretario jamás le pasó los
correos. Coppola intentó acercarse a Jacinto en una casona de campaña que tenía
por la calle Ramírez que después vendería a otro senador, pero este del PRI,
Isaías González Cuevas, pero un suave jalón de una señora hizo que el senador
desistiera del reclamo, o saludo.
Luego de un tiempo, Jacinto
concluyó que ese habría sido el motivo personal que utilizó el secretario para
frenar las aspiraciones del reportero del género negro, sobre los eventos del
31 de julio de 2014.
Bien, La banda de criminales que
cometió el triple homicidio empezó ubicar a los expuchas, sobre todo del Güero
Layo y del Oajaco para invitarlos a trabajar con ellos y, si no aceptaban
darles ‘piso’ esta práctica la utilizaba el anterior encargado del secretaría
de seguridad pública Lenin Rodríguez quien fue públicamente descubierto al
levantar a un estudiante de la universidad, quien al negarse a seguir
trabajando para ellos lo desaparecieron sin que hasta el momento se tenga una
idea de su localización. Otro caso fue el de una dama, esposa de un puchas del
Güero Layo, que los mismos agentes de la secretaría de seguridad pública
levantaron a media noche por el bulevar Las Garzas y Nayarit, misma que
desaparecieron sin que sus familiares sepan hasta el momento dónde la
sepultaron.
Debido a que Juan Antonio Herrera Guemez,
conocido entre sus amigos como El Tony, empezó a soltar la lengua de saber quiénes
de la policía del estado habían participado con el Rayo en los levantones y
sepultura de los cuerpos, el 16 de agosto, al ir caminando por la pista del
polideportivo del antiguo aeropuerto, dos vehículos ingresaron al
estacionamiento, una picap y un
automóvil, bajando primero el del picap pero al sentir el Tony cierto
temor trató de correr unos diez metros pero fue herido en una pierna, para
enseguida de caer, bajar el del automóvil quien con una pistola darle de
balazos. La necropsia encontró 13 heridas con arma 9 mm.
Por otro lado, por casi una semana
estuvieron tras los pasos del Gera, los ‘bien vestidos’ que participaron en la
ejecución del comandante Burgoin, mismos que se conducían en una picap oscura, modelo
reciente, observando todo los movimientos desde el estacionamiento de la plaza
comercial Mega que se encuentra a escasos 50 metros de la casa donde
habitualmente se veía al buscado, hasta que el 17 de agosto, al caer la tarde,
el objetivo tuvo éxito pues al llegar Gerardo Geraldo Méndez alías El
Gera a bordo de un jetta color blanco modelo reciente, tres de los ‘postes’ le
salieron al paso cuando bajada del auto, lo que percibió el buscado mismo que
trató de huir a pie pero fue alcanzado por los disparos de dos armas largas. La
necropsia indicó que el cuerpo presentaba 17 balazos calibre AK -47 y 12 de
R-15.
La histeria colectiva se adueñó de la población pues más de diez
decenas de personas que se encontraban en el interior de la tienda, en el
estacionamiento y que pasaban por el lugar empezaron a invadir las redes
sociales con la información que ellos vieron, y vivieron cuando llegaron
agentes en patrullas del estado, municipales, ministeriales, soldados de la
marina y del ejército, convirtiendo aquél lugar en un pandemónium.
De
pronto el Comisionado de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen) filtró los
nombres de algunos malos policías que estaban trabajando para las bandas de delincuentes
que se querían apoderar de la Plaza de La Paz; figuran en la lista los que la
gente ya empezaba a divulgar: Jesús Ragner Torres Moreno, comisionado de la policía
estatal preventiva (PEP); Fernando Guadalupe Ramírez Martínez, subcomisario del
área de operaciones de la PEP; Luis Alberto López López, quien ahora fungía
como director general de los centros de reinserción social; Martín Álvarez
Savín, subdirector de la policía ministerial; de nueva cuenta aparecen Jesús
Estrada Martínez (El Mono) y Javier Aurelio Parra Mungaray, aquellos agentes
que participaron en el triple homicidio del Kilómetro 8. Para distraer la
atención, agregaron a la lista los nombres de los comandantes de la policía
ministerial, David Martínez Castillo, Juan María Flores Álvarez y Francisco Martín Güereña Escobar, mismos que
estuvieron en el hospital, y otro de guardia, cuando el Rayo fue herido y luego
puesto en libertad.
El 23 de agosto Carlos Miguel Calderón Hinojosa
(el Calderón) asistente especial del coordinador de giras del gobernador, trató
de salir en su carro de
la calle Encino, casi esquina con Algodones del fraccionamiento Villas del
Encanto, donde se encuentra su domicilio, cuando de pronto un sujeto se acercó
a la ventanilla del chofer y le disparó tres balazos en la cabeza. Por instinto
el Calderón sube la mano izquierda en el momento de los disparos por lo que una
de las balas se la perforó y, las otras dos se le alojaron en la cavidad
craneana. La necropsia rebeló que el calibre utilizado era una 45, por lo que
el método de inferencias dice que el matón era, o fue, un elemento del ejército
o del grupo especial Gafes.
Tres días después el comandante Tangera, señalado
injustamente como cómplice de los mañosos, detiene junto al grupo Jaguares a 5
sujetos que se encontraban a bordo de un sedan oscuro, mismos que habían sido
señalados como sospechosos por un vecino de la colonia La Esperanza II. Las
indagatorias señalaron que anduvieron merodeando la casa de seguridad de otros
mañosos.
En el vehículo
se le encontraron tres pistolas Prieto Beretta abastecidas y cuatro cargadores,
lo que revela que un arma se perdió en el traslado de los detenidos. La PGR
dejó en libertad inmediatamente a uno de ellos y a los días dejó salir a los
demás.
Para el día 26 de agosto el Diablo no dejó dormir a los
cuerpos de seguridad pues de Los Barriles le llegaron informes de una balacera.
El suceso se registró en la colonia El Ancón donde un puchas fue rafagueado
cuando se conducía en su vehículo, logrando escabullirse a pie por entre el
monte, los sicarios huyeron con rumbo desconocido y para cuando llegaron los de
servicios periciales encontraron 75 casquillos percutidos y el vehículo con 17
impactos de bala AK- 47 lo que demostró que el asunto era entre narcos.
En La Paz, en la colonia Miramar un sujeto corría
despavorido por las calles Bahía Asunción
e Isla Coronado, sin camisa, descalzo y esposado de manos por lo que al
ver a una patrulla les pidió auxilio pues dijo que recién se les había escapado
a unos sujetos que lo levantaron y que en el carro llevaban a otros dos a
quienes les habían dado una golpiza por entre el monte, muriendo uno de ellos.
Después se supo que éste sujeto era el que acompañaba al Barbas, aquella noche
del 31 de julio en que estuvieron en el hospital mientras atendían al Rayo.
Declaró que los secuestradores habían llegaban a La Paz
para vengar la muerte del Pantera, fueran puchas, policías o funcionarios de
gobierno pues no permitirían una traición a ‘la empresa’. También declaró que
él junto a dos amigos estaban escondidos en una casa de seguridad de la colonia
La Esperanza II, declaración que demostró que los recién detenidos en la gasolinera ‘frente a la casa del
gobernador’ buscaban a estos escondidos.
El 1ero de septiembre, de nueva cuenta Los Barriles fue
escenario de una balacera pues tres sujetos llegaron a las diez de la noche a
un domicilio de la colonia La Laguna, mientras sus moradores se encontraban
viendo la televisión cuando de pronto abrieron fuego sobre la vivienda para
enseguida entrar y disparar a quemarropa sobre la humanidad del lugarteniente
conocido como el Chendo quien era acompañado por la bailarina conocida como La
Melody. Media hora después los matones llegaron al bar La Oficina donde
hicieron lo mismo, dispararon contra el bar y la vivienda contigua, saliendo de
un camper el distribuidor de droga conocido como el Pelón a quien subieron a un
vehículo para de ahí llevarlo por la carretera hacía San Bartolo y en el
kilómetro 115 lo bajaron para enseguida literalmente ‘fusilarlo’. En la escena del crimen la
policía encontró 60 cartuchos percutidos de rifle AK-47
Cinco días después, a las once de la mañana los
pasajeros de dos unidades automotoras intercambiaron balazos en las calles 16
de septiembre y 20 de noviembre, encontrando las unidades abandonadas en la
tarde de ese mismo día, una en la colonia Bellavista donde tienen sus casas de
seguridad los Dámasos, y la otra en la colonia Los Olivos donde se ocultan los
del bando contrario. Ni bien reportaban el hallazgo cuando en la colonia Santa
Rita, el Picas era ejecutado a escasos metros de su casa ubicada en las calles Biznaga entre Maguey
y Bordo de Contención. Los matones venían tras sus huellas desde Mazatlán Sinaloa
donde era ampliamente conocido como sicario de una célula delictiva.
A las 4 de la madrugada del día 10 de septiembre, en la
calle Manuel Encinas, casi esquina con la avenida Félix Ortega de la colonia
Centro, los servicios periciales recogían el cadáver de Marcelo Gómez cubierto
el rostro con su propia camisa, quien
presentaba huellas de tortura, además de estar atado de manos con los pies
descalzos. La escena del crimen rebeló que el caído intentó escapar pero en su
desesperación cayó al suelo donde sus asesinos lo remataron a golpes para al
final asfixiarlo.
De pronto la población de Los Cabos, los días 23 y 24
de septiembre, recibió los embates del ciclón Odile lo que vino a empeorar la
situación pues el municipio quedó prácticamente paralizado, sin agua, luz,
gasolina, comida; con los caminos de acceso destrozados; sus habitantes
reflejaban en sus rostros y pláticas angustia, miedo y desesperación pues los
rapiñeros hicieron su aparición, saquearon casas particulares y grandes tiendas
ante la complacencia de la autoridad que, incluso, algunos policías fueron
sorprendidos robando artículos electrónicos que transportaban en las unidades oficiales.
Mientras el ciclón caía sobre Los Cabos, en la
población de Todos Santos un mañoso y dos mujeres eran heridos de bala por un
grupo de personas armadas como un mensaje para que dejaran de vender droga en
aquella población.
El éxodo no se hizo esperar, a los días del ciclón
llegaron a La Paz más personas violentas que se unieron a las distintas células
que ya causaban terror en la ciudad de La Paz. El 29 de septiembre cuatro
pistoleros llegaron a un domicilio donde el Güero Morales y su cuñado se
divertían con dos damas cuando de pronto abrieron fuego logrando dar muerte al
cuñado e hiriendo a las dos damas para enseguida el Güero dejarse caer ante la
confusión de los matones que en el fuego cruzado hirieron en el cuello a uno de
su compañeros. Se retiraron del lugar para en los momentos de llegar
ambulancias y patrullas al hospital, llegar también uno de los sicarios con el
herido y donde fueron detenidos. A los minutos llegó otra persona preguntando
por un herido siendo también detenido por las policías que se encontraban en el
lugar.
Las detenciones de vendedores de droga y personas
armadas, de parte de la ministerial era la constante día a día pero la PGR los
liberaba por ‘no ser delito grave’ lo que vino a levantar la sospecha de que
los puchas y matones eran protegidos por los federales. Los días 6, 7, 8 y 9 de
octubre sicarios de la policía estatal y de los grupos delincuenciales dieron
muerte a los puchadores, primeramente a José Eleodoro (El
Josesillo) López González lo ultimaron a balazos tres encapuchados que se
conducían a bordo de un automóvil Honda Civic color guinda en la colonia Las
Arboledas siendo testigo una de sus niñas.
Al día siguiente fue localizado
sobre el arroyo el Cajoncito el cadáver de El
Soldado quien en vida respondiera al nombre de Daniel Castro Avendaño. El cuerpo
presentaba huellas de tortura y la cabeza con el tiro de gracia con un arma 45
exclusivas del ejército. Para el día 8, el Panchito era abatido a tiros en la
colonia Inalapa y, Eduardo López, al día siguiente fue baleado con la misma
arma 45, luego de escapar de sus torturadores.
El Día Internacional
de La Raza, los habitantes de La Paz lo festejaron con la noticia de que en el
kilometro 38, en el entronque con el camino de terracería que conduce al ejido
conquista agraria, (donde en el año de 1996 encontraron sepultado el cadáver de
un especialista en antenas parabólicas – ver Avionazo en Baturi), se encontró
un vehículo sedán, cuatro puertas, placas de renta, quemado y, en cuyo interior
se había dos cuerpos calcinados, a un lado del vehículo, otro cadáver más. Los
servicios periciales concluyeron que antes de quemarlos los habían torturado
brutalmente. Dos días después en Youtube apareció un video que según expertos
en criminalística externos a los cuerpos de seguridad habría sido videograbado
en el interior de las oficinas de la secretaría de seguridad pública y, de
acuerdo a las formas del interrogatorio, estos lo habrían realizado agentes de
esa institución.
A partir de este
suceso los levantones y ejecuciones fueron el pan de cada día. El Cocaya,
autonombrado El Reportero Urbano empezó a ganar popularidad pues recibió apoyo
del precandidato Isaías González Cuevas y, enseguida algunos comercios
empezaron anunciarse con él. Los especialistas dedujeron que estaba siendo
utilizado para generar más miedo y terror en la población y, enviar mensajes
subliminales entre células delictivas. Lo mismo se dijo del semanario Zeta pues
era el único medio de comunicación que se llevaba las exclusivas.
“Otro más, otro más”
anunciaba el Cocaya en su portal: “en el arroyo cercano a la colonia Agua
Escondida fue encontrado un cadáver con un golpe en la cabeza, bocabajo,
esposado de manos, y con un charco de sangre”. Tres días antes habría anunciado
una balacera en la colonia Benito Juárez donde salió herida una persona.
Sábado a sábado
algunos lectores esperaban la llegada del semanario Zeta de Tijuana ‘pues traía
información que los medios locales no publicaban’. Tan pronto anunciaba que las
ejecuciones las realizaba un bando, comandado por distintos sujetos, para a la
semana siguiente corregir la plana informando la llegada de jefes y la salida
de otros para ir a esconderse a Sinaloa. Los espectaculares de van por el
Oajaco, luego van por el Grande y así, por el Rayo, por el Dámaso, por el
Compadrón llenaban las expectativas de sus seguidores que no se percataban de
los mensajes entre líneas que se podían leer en cada página.
El recuento de caídos
era la constante en el semanario, así como las publicaciones ya que una semana
eran suministradas por el Cisen, otra por inteligencia militar otra por la policía
ministerial, otra por la policía del estado y por la municipal que diferían en
mucho de la verdad histórica, notándose en los mensajes subliminales que unos
protegían a determinado grupo delincuencial, la policía del estado a los de
Luis Montoya, los del ejército a otro, y que el Cisen recibía datos de todos.
Se notaba que deseaban sacar de la jugada a los puchadores del Babay y del 00.
La detención de
personas armadas y luego liberadas vino a desacreditar aún más a la autoridad
federal, pues no pasaban encerrados ni 30 días cuando ya se les veía en las
calles haciendo de las suyas. Las campañas por la gobernatura, las cinco alcaldías,
las 21 diputaciones locales, y dos federales pasaba de noche entre el
electorado que mejor leía y comentaba lo que se imaginaba en las redes
sociales.
La participación de
los hijos de los perredistas se confirmó con la detención del 28 pues la noche
del 26 de noviembre de 2014, en un operativo conjunto del ejército mexicano y
de la Armada de México, participando de ‘lejecitos’ las policías del estado,
ministeriales y municipales, detuvieron en una casa de seguridad a más de 20
sujetos, entre caballeros y damas y algunos secuestrados, en posesión de armas
largas, pistolas, cartuchos, granadas, celulares, lap tops, radios oficales Matra, de los utilizados por la policía
del estado, en este caso el radio estaba a cargo del policía conocido como el
Yiyo.
La PGR sólo dio a conocer la detención de, además del
28, de cinco pistoleros entre los que destaca el sobrino del perredista Leonel
Cota, conocido como el Miyagui, así como al Recio, el Moreno, el pelón y la
Lupita, éstos últimos originarios de Mazatlán Sinaloa. La nota de la detención
pasó desapercibida por todos los medios de comunicación o, como dicen
coloquialmente entre los reporteros, fueron a feriar al jefe de jefes de las
izquierdas, como se había autonombrado el exgobernador, o en el peor de los
casos, muchos de los periodistas como le deben el título, callaron por esa
complicidad silenciosa que da el hambre.
Después de la detención del 28, quien se dijo
protegido por el director de la policía ministerial y por agentes del estado, los cuerpos de los
levantados por los delincuentes empezaron a aparecer frente a los domicilios de
agentes y jefes tanto de la ministerial como de la policía del estado, con
mensajes grabados en la piel y/o en cartulinas con dibujos de murciélagos, lo
que llamó la atención de un grupo investigador venido de la ciudad de México,
mismo que tras una quincena de rastreos logró dar con el paradero de otro
beneficiado por el PRD, este hermano de El Coreano, brazo armado de Leonel
Cota, conocido como El Furby y quien habría sido agente de la policía ministerial
en los tiempos gloriosos de ese cartel político.
La detención ocurrió la noche del 22 de diciembre, luego de que
por varias horas agentes de inteligencia de la SEIDO habrían estado vigilando
una de sus casas de seguridad en la colonia Terranova, atrás del hotel Los
Delfines, por la carretera al sur. Los vigilantes notaron que el Furby se bajó
de un auto junto a tres acompañantes para luego bajar a una persona atada de
pies y manos, mismo que recién había sido detenido por la ministerial en
posesión de droga. Los agentes solicitaron la intervención de las fuerzas
armadas quienes después de un operativo de resguardo por diferentes calles de
ese pequeño fraccionamiento, entrar a la casa donde el Furby y cómplices
golpeaban al secuestrado para sacarle la información de quiénes eran sus
distribuidores de droga. Luego de ordenarles que se tiraran al suelo en medio
de una intensa balacera para amedrentarlos, soldados, marinos y federales
decomisaron tres cuernos de chivo, tres pistolas 9 mm, una R-15, una 45 y 14 cargadores para la
cuerno de chivo y dos para la R-15.
Los
cómplices resultaron ser gente traída de otras latitudes para reforzar el
pleito por la plaza, de nombres Carlos Villegas, Servando Robles y un sujeto
apodado como el Yoquer. En el lugar liberaron al secuestrado que resultó ser un
empleado del bar Las Redes propiedad de servidores públicos lugar donde por
cierto se vende droga en cantidades exageradas.
El
día de los inocentes el agente de la policía estatal Tito Jauregui fue baleado
cuando cruzaba una calle del fraccionamiento Arcoiris III. El evento hizo
recordar que el día 9 de diciembre militares le hicieron el alto cuando se
conducía en una motocicleta, pues días antes una llamada anónima lo denunció
por vender la droga del Pepillo, pero no se detuvo sino que imprimió velocidad
para enseguida introducirse en su casa marcada con el número 368 de la calle
turquesa, precisamente de la colonia Arcoíris III desde donde videograbó a los
militares que, al no traer orden de aprehensión se retiraron del lugar.
Tito
cometió un grave error pues subió a Youtube la supuesta agresión de las fuerzas
armadas lo que lo colocó de pechito para que la otra banda de distribuidores lo
ubicara y tratara de asesinarlo ese día 28 en que cruzaba la calle artículo 15,
cerca de su casa. Los vecinos se dieron cuenta que a bordo de una unidad tres
sujetos le dispararon para enseguida darse a la fuga con rumbo desconocido. Una
vez más la participación de agentes policiacos dentro de las redes del
narcotráfico quedó al descubierto pero los jefes solaparon al desleal Tito
Jauregui.
Al entrar el año de 2015, el
terror ya estaba apoderado de la población paceña pues día a día eran
encontrados restos humanos descuartizados, en hielera, en bolsas negras, otros
atados a cobijas o dejadas piezas como el de una cabeza que se encontró un
escolapio que cruzaba por la primaria Emma Osuna, por las calles de Manuel Torre Iglesias y Regidores de la
colonia Lázaro Cárdenas. El menor pidió auxilio a una señora que pasaba por el
lugar, misma que habló a la policía y en menos de 10 minutos aquello era una
nube de reporteros que anunciaban el hallazgo.
El evento se registró en los medios por varios días ya que la
cabeza pertenecía a un hijo de la que fuera líder priista de colonia conocida
como La Pancha Avilés. El resto del cuerpo fue localizado en varios puntos de
la ciudad con mensajes dirigidos a las policías ministeriales y del estado,
específicamente decían los narcomensaje “Síganme mandando madrinas hijos de su
puta madre. Hay te lo regalo Saulito síguele con tus mamadas pues. Atte CDS” y
el otro “Ahí te lo regalo Parra. Atte. CDS” los dos con el murciélago pintado.
Para este entonces, los que fueran integrantes del cartel liderado
por Lenín Rodríguez empezaron a conformar las células brutales que le achacaron
a un tal Cochi, de nombre Raúl Castillo de la Rosa quien a partir de su ingreso
como nuevo jefe de uno de los grupos, empezó a levantar a expuchadores para que
trabajaran para él, caso contrario, de no hacerlo, los descuartizaba y esparcía
los restos por la ciudad de La Paz.
Por esa razón, el 16 de enero fueron a un domicilio de la colonia Revolución donde
buscaban a los hermanos Juárez Mora, pero como los matones no lo conocían
preguntaron a un señor que encontraba acostado en su cama, junto a la mujer,
que si quién era Humberto Juárez: Yo soy dijo seguro el papá y en esos
instantes le dispararon, muriendo en el acto ante el asombro de la dama a quien
preguntaron que si dónde estaba los otros dos hermanos. Humberto tiene tres
hijos, dijo ahora ante el asombro del matón que notó que había matado a la
persona equivocada y mejor salió sin decir más.
Después del alevoso asesinato, los cuerpos de seguridad detuvieron
a dos sujetos en posesión de 23 envoltorios de droga, mismos que trataron de
huir en una cherokee al notar la presencia policiaca, los cuales dijeron
llamarse Eduardo Hernández y Martín Alvarado con los alías de el Condor y el
Kumi. Enseguida los llevaron al Centro de Operaciones Estratégicas (COE) donde
con una calentadita aceptaron que habían participado como halcones en el
homicidio de la colonia revolución.
Ya más calmados dijeron que ellos trabajaban para el Pepillo y el
Frank, quienes peleaban la plaza contra el compadrón y el 28. Que ese 28 que
dicen que detuvieron no es el verdadero, sino otro bato más pesado y que están
jalando a los puchas de uno y de otro bando causando enojo entre los jefes.
Con los datos aportados por el Cóndor y el Kumi, la SEIDO realizó
un intercambio de información con los grupos de inteligencia de las fuerzas
armados hasta lograr identificar tres casas de seguridad del Compadrón para el
día 26 iniciar el operativo conjunto, culminando con la atención de este. Fue
en un domicilio cercano al fraccionamiento Fidepaz donde lo localizaron cuando
trataba de huir pues recién había sido informado por celular que iban por él.
El Compadrón en el momento de la detención dijo no ser la persona que buscaban
pero un oficial del ejército le dijo que no se hiciera pendejo, que lo tenían
bien identificado.
El 11 de febrero de 2015, al
caer la tarde un grupo armado llegó a un domicilio de la colonia Santa María,
donde una mujer disparó 9 balas de una metralleta de las conocidas como cuerno
de chivo. Servicios periciales informó que tres de las balas se alojaron en la
cabeza de un narcomenudista, con amplio antecedente como ratero y pucha al
servicio del pepillo y del 28.
Ese mismo día, después de la medianoche, una dama estacionó una
vagoneta en la acera izquierda de la calle 16 de septiembre, a 25 metros de la
calle Aquiles Serdán, cuando de pronto una camioneta de la policía municipal
pasa despacio. La dama bajó el vidrio y dijo -- Jefe, vengo a dejarle cena a mi
esposo, es el administrador del hotel – El chofer de la patrulla inclinó la
cabeza en señal de aprobación, luego imprimió velocidad para seguir con su
recorrido habitual sin imaginar que esa dama se convertiría, semanas después,
en la más buscada de La Paz BCS. Enseguida otro vehículo se estacionó casi en
la esquina de donde bajaron dos tipos, uno de ellos se emparejó a la dama que
ya caminaba por la acera del hotel, mientras que el otro se cruzaba la calle
para servirles de ‘poste’ para evitar sorpresas.
Luego de tocar en la entrada, y creyendo el administrador que era
un apareja que buscaba pasar un rato, abrió la puerta para inmediatamente
preguntar por dos personas que recién se habían registrado en el hotel. Los
tres observaron el libro de registro y, una vez que dieron con los nombres y el
cuarto, unos hombres armados irrumpieron en el silencio de las habitaciones,
llevándose esposados y cubiertos del rostro a dos capitanes de barco.
La ola de levantones alertó a las féminas que trabajaban en los
centros nocturnos pues más de una docena de mujeres, adictas a las drogas, desaparecieron de distintos bares y casas de
cita de la ciudad de La paz y, en las balaceras y ejecuciones ya empezaban a
participar como halconas, postes, choferes, cocineras, y prestadoras de
sexoservicio entre los integrantes de los grupos violentos que cambiaban de
casas de seguridad cada tres o cuatro días.
El 24 de febrero, luego de
asesinar a un levantado por el camino de terracería, rumbo del club caza, tiro
y pesca Los Gavilanes, los asesinos escucharon por la frecuencia de un radio
propiedad del director de la policía municipal Manuel Arce Delgadillo que iban
por unos sujetos armados que se conducirán en un automóvil mitsubishi, vidrios
polarizados, color guinda, sin placas de circulación. De inmediato, sin
terminar con su trabajo de sepultar al ejecutado, los criminales subieron al
vehículo pero al llegar a la carretera a Los Planes un convoy armado de las
policías los obligó a doblar con dirección a La Paz y, en el entronque al
libramiento a Pichilingue otras patrullas le cerraron el paso por lo que
doblaron a su derecha y a cien metros fueron recibidos a tiros por las fuerzas
armadas. La escena del crimen rebeló que el chofer yacía sobre los asientos
delanteros, con una granada entre las manos. Un segundo cadáver yacía con el
cabeza en el suelo y el cuerpo en el asiento trasero. El tercer tipo presentaba
7 tiros en la cabeza, por lo que se dedujo que fue una masacre de parte de las
fuerzas armadas.
Luego de la masacre los sabuesos de servicios periciales se
encaminaron por el camino que los vieron salir, encontrando cerca de un rancho
a una persona muerta. La necropsia rebeló que tenía huellas de estrangulamiento
y que después le dieron un golpe en la cabeza lo que le produjo abundante
sangrado y la muerte. En un perímetro de diez metros se percataron que había
indicios de dos fosas clandestinas por lo que procedieron a desenterrarlas y,
¡sorpresa! Encontraron dos cadáveres en estado de descomposición con tres meses
de muerto uno y tres semanas el otro.
El 11 de marzo, después de las diez de la noche, un pelotón de las
fuerzas armadas que pasaba por el malecón de La Paz, notó que dentro de un
picap color blanco, doble cabina, se conducían cuatro pasajeros con armas
largas por lo de inmediato trataron de pararlos pero los bandidos imprimieron
velocidad disparando en contra de ellos y arrojaron una granada que no explotó.
Frente al hotel Perla volvieron a lanzar otra granada que tampoco explotó por
la inexperiencia de los aprendices de gatilleros por lo que las fuerzas armadas
solicitaron el apoyo de las diferentes fuerzas de seguridad, logrando
‘encajonar’ a los perseguidos en las calles de Aquiles Serdán entre Navarro y 5
de Febrero, para dos de ellos disparar sin ver, otro más esconderse entre las
sombras de la noche, mientras que el chofer se quedaba al volante sin oponer
resistencia.
Los que dispararon fueron
repelidos por los militares que lograron herirlos en las piernas, mientras que
el escondido logró escapar gracias a que los policías del estado lo
resguardaron entre sus unidades, para después sacarlo del lugar sin que los
militares y marinos se percataran. Una vez en los separos, los detenidos
solicitaron declarar sin la presencia de los ministeriales, municipales y del
estado porque, dijeron, estaban dentro de la ‘polla’ de gatilleros al servicio
de los grupos violentos.
Jacinto Romero hijo, esa noche dormía plácidamente a escasos cien
metros de la balacera, por lo que de inmediato se levantó y, sin el celular en
la mano para grabar la escena del crimen que se imaginó estaba a cincuenta
metros de su casa, se deslizó cual gato en la oscuridad hasta alcanzar la barda
que da a la calle y, con más precaución que miedo sacó y metió la cabeza por
entre las rejas pues la luz que producen los disparos lo obligaron a casi
untarse a la pared al momento de ver a su sobrina que grababa el ruido que
provocaban las patrullas, ambulancias, los cuernos de chivo, R-15, M1, pistolas
y granadas de iluminación o de aturdimiento lanzadas por las fuerzas armadas
para ubicar a los mañosos.
De regreso a su recámara subió al facebook la nota de los sucesos
sin conocer los hechos de fondo cuando de pronto más de cien cibernautas
hablaban de lo mismo, incluso una dama se atrevió a comentar, cuando subió una
videograbación con los ruidos descritos, que le había ganado la nota al
reportero urbano. Por más de dos horas las redes estuvieron reportando los
hechos que veían las personas que pasaban por el lugar. Amaneció el día y los
cordones de seguridad seguían en esas calles hasta en la tarde en que, según
algunos vecinos retiraron el cadáver de un militar que jamás se reportó oficialmente.
Para estas fechas, y gracias a la ‘colaboración’ de los detenidos,
los nombres de Luis Montoya, El Cochi, el 28, el mini lic, los Dámasos, se
mencionaban como jefes de distintos grupos violentos protegidos por las
distintas policías municipales, estatales y federales por lo que las fuerzas
armadas empezaron a intercambiar información sin dar cuenta de ello a los
protectores oficiales. Ante el temor de ser menguados por los militares, los narco
videos empezaron a inundar las redes sociales con amenazas de que esto apenas
empezaba. Le pedían al gobernador que no se metiera porque esta era una guerra
por la plaza de las drogas.
…….
Bien, al inicio de la campaña por la gobernatura de BCS, un
sobrino del candidato de Morena fue herido de bala por policías municipales que
repelieron una agresión de parte del mentado Perro Castro, hermano de otro
pillo que se vio inmiscuido en el asesinato de un joven abogado en el Bar Las
Micheladas ubicado en el malecón y, donde por cierto, el hijo del gobernador en
turno fue quien disparó las mortales balas que privaron de la vida a quien
tenía por delante toda una vida de éxitos. Hoy su padre, a cuanto gobernador
llega al poder, le pide que se haga justicia.
El viernes 3 de abril de 2015, alrededor de las 8 de la noche, el
Toro salió de su casa en Ocampo, casi esquina con Yucatán a la tienda de la
misma calle Ocampo, pero esta esquina con Chiapas, donde compró un gansito y
una cocacola y se regresó al mullido sillón de la sala donde veía la televisión
cuando de pronto un sujeto descendió de un vehículo color blanco, pistola en
mano y, ahí sentado donde estaba le dio de balazos. Unos días antes Manuel, el
hijo de Leonel Cota lo habría ‘descontado’ con una manopla en el Bar Las Redes.
La policía se dio cuenta del pleito pero dejó ir la junior pues le tenían miedo
al temperamento explosivo del Toro. Curiosamente un forista del Colectivo
Pericu escribió: Siguen los familiares del Puchas (Víctor Castro) y Víctor
Guluarte QUE SE ESCONDA EL HIJO DE LEONEL QUE YA LO TRAEN EN LA MIRA VERDAD
NARIXCIO
Con la intención de proteger al Cochi, al 28, a Luis Montoya, al
Grande, la policía ministerial y del estado empoderaron mediáticamente a la
China, aquella mujer que fue levantada y obligada a participar, primero como
halcón y luego como ‘poste’ en las ejecuciones, para después obligarla a portar
armas largas de la conocidas como cuerno de chivo para que quedara grabada su
participación y de esa manera crear en torno a su figura en ser diabólico.
Con la detención de otros puchas, las fuerzas federales y
militares ‘se enteraron’ que Melisa Margarita (la China) Calderón Ojeda se
habría convertida en jefa de sicarios por lo que enfocaron sus baterías en su
ubicación y posterior detención. Pero no fue hasta casi 8 meses después que, al
estar en el aeródromo de San Lucas que se le identificó y detuvo en compañía de
una menor de edad.
El 5 de abril por la madrugada, y después estar bebiendo en
compañía de su novia en los bares del malecón, Giovanny López, alías el Héctor
fue literalmente emboscado a bordo de su vehículo enfrente de la discoteca
Dubai, de reciente apertura por cierto, quedando su cuerpo sobre el asiento del
conductor y herida su novia y una pareja de militares que se encontraba en el
asiento trasero del vehículo y que recién habían salido del Bar Las Redes. El
caído era cuñado de un agente de la PGR, mismo que le daba protección al caído
por pertenecer a los grupos violentos que ya amenazaban con desestabilizar la
campaña política que recién empezaba.
Fue a partir de esta ejecución
que la China empezó a ser noticia de 8 columnas pues se le vio manejando una
Cheroke roja donde se trasladaba el matón que terminó con la vida del Héctor.
Segundos antes, al tratar de esquivar al matón, el Héctor golpeó a otro carro
por detrás para luego estamparse con un poste de luz mercurial. El conductor
del otro vehículo de bajó para reclamar pero fue obligado de desistir de tal
acción al escuchar los disparos mortales. Alcanzó a distinguir a la mujer que
manejaba la Cheroke y a otra dama más en el interior de ese auto.
Los sucesos criminales se daban casi dos por día pues los que no
eran levantados, eran ejecutados, o desenterrados de fosas clandestinas, y los
menos detenidos en posesión de droga y armas para dos o tres días después salir
libres con su módica cuota por el amparo federal que les daba impunidad para
seguir delinquiendo tanto en el municipio de Los Cabos como en el de La Paz
BCS.
Siete días después dos cadáveres fueron desenterrados por la zona
de Los Gavilanes. El 17 de ese mismo mes de abril, un sujeto fue encontrado
muerto con huellas de tortura por la carrera a Los Planes. Cuatro días más
tarde uno más, uno más – anunciaba el reportero urbano -- en el mesquitito. Al
día siguiente otra en La Miramar. El 23 asesinan al otro en El Pescadero.
Cuatro días después uno más en La Guerrero y otro en La San Agustín. El 29 dos a bordo de su vehículo y uno más en
el interior de su casa.
Después de los festejos, con un desfile por el malecón, el Día del
Trabajo por la tarde, dos sujetos fueron detenidos a bordo de un vehículo
Nissan en posesión de un arma 9 mm y
puestos a disposición de la autoridad competente, sin embargo alcanzaron la
libertad al día siguiente pero para su mala suerte ya que la madrugada del día
4 fueron ejecutados junto a otro pistolero más en una casa de la Colonia Los
Olivos, lo que vino a demostrar, una vez más, que la autoridad pasaba la información
al grupo criminal contrario a estos pistoleros. Por la tarde el cadáver de una
mujer fue encontrado por un camino de terracería.
La madrugada del 153
aniversario de la batalla de Puebla, un grupo armado se introdujo – según el
boletín de la policía ministerial, ¡al mismo domicilio de la noche anterior!,
donde dormía plácidamente Everardo García alías el 20 a quien dieron muerte,
para después ser repelidos por un chamaco, menor de edad pero bueno para el
fusil, que dormía en el techo de la casa, y desde donde alcanzó a dar muerte a
dos de los sujetos cuando huían.
Aprovechando el nublado, un
agente del ministerio público de la federación pactó con un acusado ante
Cofepris para que asesinara al denunciante. Pues bien, a los tres días de la
anterior ejecución, Erick Von Borstel, fue asesinado por estrangulamiento y
dejado su cuerpo a seis cuadras de la casa que – dice la autoridad-- le rentaba
¡precisamente al 20! A un lado del cadáver del estrangulado se observó una
cartulina con el mensaje de: Pa´que no
sigas de soplón.
El cuadro lo armaron de tal manera que el asesinato se lo
achacaron a los grupos violentos pues casualmente el estrangulado presentaba la
palabra China tatuada en su piel. Una
vez que Jacinto Romero publicó que la escena del crimen decía todo lo contrario
a la autoridad, el MP federal utilizó al semanario Zeta para publicar que los
matones ahora utilizaban diversos métodos de ejecución para despistar a sus
perseguidores.
El Día de las Madres amaneció con un muerto más, éste en el
entronque que conduce a la población de Todos Santos, según se va por la carretera de La Paz a El Triunfo.
El occiso llevó por nombre Leonardo Gaxiola Martínez, alías El Alazán quien junto al Cochi habría
ejecutado a dos personas en San José del Cabo, en vehículos a cargo del ex MP
Federal y después jefe de peritajes de tránsito de La Paz. Los vehículos eran
del candidato a la presidencia municipal y exgobernador de BCS por el PRD,
Narciso Agúndez.
Al día siguiente Luis Ulloa murió a consecuencias de recibir 20
balazos calibre 9 mm, evento registrado en la colonia Paraíso del Sol. El día
12 dos sujetos fueron acribillados a balazos al salir del Tienda Ley Las
Garzas. En la escena del crimen se encontraron casquillos de armas calibre 45,
39 y 9 mm. Por si ello fuera poco, en la mañana de ese día se encontraron
restos dispersos en distintas colonias de la ciudad de La Paz, primero el
dorso, enseguida la cabeza y luego pies y manos lo que generaba mucho miedo en
las personas que se trasladaba a sus trabajos, o salían de ellos. Salir a las
calles era de pensarse.
Geovanny Núñez, alías el Loco, luego de pactar con él, después de
ser detenido por robar una picap azul, fue utilizado para ‘enderezar’ las
muertes del Héctor y del Von Borstel, pues las dos estaba relacionadas con
agentes de la federación, éste dijo que mataron al Erick porque dio la
ubicación del Oso y, casualmente, le fue encontrada en su billetera un papel
que contenía un croquis, donde ejecutarían al Héctor con las anotaciones de La morra lo pondrá ahí.
En el aniversario del día de La
Marina Nacional por la tarde, policías, marinos, militares, federales y
municipales acordonaron las cercanías
al restaurante de mariscos El Vado ya que minutos antes desde una patrulla
picap de la policía estatal preventiva, le hicieron el alto a los tripulantes
de una suburban color blanco donde se conducían 5 sujetos armados por la colonia
Villas del Encanto con rumbo al bulevar Pino Payas, mismos que arrojaron una
granada de fragmentación que hirió al acompañante del chofer de la patrulla,
evento por el cual solicitaron el apoyo de todas las fuerzas armadas.
Los sicarios, entre ellos El Grande al recibir 5 impactos de otros
elementos policiales que se encontraron de frente, pararon la camioneta frente
al restaurante El vado, el cual cruzaron por entre los comensales para
internarse por entre el monte, desde donde disparaban sus potentes armas,
convirtiendo aquello por cerca de una hora en un sitio de guerra, momentos que
aprovecharon reporteros y camarógrafos de diferentes medios para cubrir la
nota.
La tensión fue tal que el camarógrafo Adolfo Lucero se quejó ante
sus compañeros de un infarto al corazón, que lo llevaría minutos después a la
muerte, mientras se anunciaba la detención del Grande quien se encontraba
herido de bala junto a tres cómplices más, logrando huir el quinto de ellos.
La camioneta presenta 5 impactos de bala del lado del conductor y
el cristal de ese mismo lado roto, donde en su desesperación el Grande disparó
sin bajar el vidrio. Una vez ‘estacionada’ sujetos desconocidos le colocaron
propaganda política del PAN para ser utilizada en su campaña sucia pues los demás
candidatos ya se sentían perdidos.
El pleito entre las células violentas trajo aparejado la facilidad
para acabar con ellos pero como estaban metidos todos los mandos medios y jefes
de las policías, éstos dejaron que se acabaran entre sí. Lo mismo sucedió con
los candidatos de los diferentes partidos a excepción del PAN que supo
disciplinarse. En el PRI, el pleito entre los precandidatos Esthela Ponce e
Isaías González al no ser ellos los abanderados del tricolor dejaron que el
abanderado por el nacional, Ricardo Barroso trabajara sólo e, incluso, el día
de las elecciones no operaron las estrategias diseñadas para llevar a sus
votantes a las urnas. Como resulta obvio el PAN se llevó carro completo: la
gobernatura, las 5 alcaldías y 15 de las 16 diputaciones.
El Cochi, el 28, el Grande, el Oso, la China y el Navigeitor, en forma separada peleaban
la plaza contra Luis Montoya y la gente del Javi, el Babay y el Cero Cero que
controlaban la zona de La Paz y Los Cabos. Las primero 5 células violentas se
fueron conformando en torno al 28 o Los Dámasos pero la brutalidad cometida en
el Ejido Melitón Albañez (donde mataron a dos niños) y los errores en El
Centenario (donde confundieron a una pareja con gente de El Cochi) así como la
ejecución de un jovencito que venía de Cabo a estudiar enfermería y de un
extrabajador de CFE, aceleró que les fuera retirada la complicidad con las
fuerzas policiacas, trabajando éstos sólo para Luis Montoya, El Cero Cero y El
Javi. Es aquí donde se rompe la doble plaza.
El 16 de junio, en peliculesca
persecución por el fraccionamiento Bellavista, se logró la captura de dos
peligrosos sujetos que venían de Los Ángeles California, conocidos como El
Chino y El Scar, de nombres Héctor Gómez de 20 años de edad y Sergio Núñez de
24 años, a quienes les obligaron a declarar que uno de ellos era el novio de La
China quien habría sepultado clandestinamente a dos hombres y tres mujeres por
la playa conocida como El Comitán. Con esto le daban protección a quienes a
partir de los últimos acontecimientos serían
los arreglados para vender droga entre los viciosos de las localidades
de Los Cabos y La Paz y, en esa jugada de dos bandas, empoderaban
mediáticamente a La China como una sicaria peligrosa.
De pronto llama la atención de la ciudadanía la liberación del
Simón, a quien los medios de comunicación dieron por llamar el Sepulterero y de
quien estos mismos medios hicieron ‘un tipo peligroso’ por indicaciones de la
procuraduría general de justicia de BCS, todo esto para no inculpar a 14
policías ministeriales y del estado que habrían participado en los levantones
de las personas que después darían muerte por indicaciones del Pepillo y el
Rayo, (éste fue herido de bala en las ejecuciones del 31 de julio de 2014 en el
K8) narco jefes éstos dos, de la zona sur de la ciudad de La Paz.
Las fosas clandestinas fueron descubiertas el 10 de junio de 2013
debido a que el malandro conocido como el Quique fue detenido al ser dado de
alta del hospital donde convaleció una herida de bala provocada por el Simón a
quien le habría robado una laptop cuando durmió en su casa. Debido a que el
propio Simón lo demandó por el robo y, al no detenerlo la ministerial, el
robado intentó hacerse justicia por mano propia pero para su desgracia todo eso
desencadenó una serie de acusaciones en su contra de parte del propio acusado.
Simón confesó saber dónde los
jefes de la Plaza habrían sepultado a 22 personas que levantaron los policías a
las órdenes del Rayo y del Pepillo, por lo que de inmediato los agentes
investigadores de la policía ministerial llevaron al detenido al supuesto lugar
ubicado en la Colonia Los Tabachines y donde, después de excavar distintos
lugares encontraron 7 cuerpos.
Ante estas ‘precisiones’ del que después se consideró ‘tumbado de
la burra’, el procurador ordenó detener las investigaciones pues podría dañar
la imagen del gobernador Marco Covarrubias, recomendando eso sí, que las
declaraciones del Simón no se tomaran en cuenta pues no estaba bien de sus
facultades mentales y hacía señalamientos sin fundamento en contra de agentes y
jefes de la subsecretaría de seguridad pública y de la ministerial.
De inmediato el procurador suspendió su agenda que lo mantenía en
Ciudad Constitución, para enseguida ordenarle a
su chofer que se regresara con los escoltas a La Paz pues su vehículo lo
manejaría el jefe de la policía ministerial. Manejó con exceso de velocidad,
hasta que en el kilómetro 67 perdió el control del picap para enseguida
provocar un accidente de carretera con saldo de 3 personas muertas.
La liberación del Simón se debió a que la procuraduría de justicia, como
siempre, basó su ‘investigación’ en señalamientos de ‘testigos’ y no en la
reina de las pruebas (servicios periciales) como lo hacen en los países
desarrollados. Al retractarse los testigos, las pruebas de cargo se
desvanecieron, motivo por el cual la juez no tuvo otra opción que decretar la
libertad por falta de pruebas.
Ante el temor de que el Simón pudiera comprobar que los policías eran
los responsables de los levantones de los sepultados, el 9 de agosto unos
sujetos balacearon el auto malibú donde se conducía por la colonia Las
Américas, para enseguida dar trompicones en la guarnición cerca de una
gasolinera, para enseguida subir a una toyota ‘for runer’, dejando el malibú ponchado sobre la guarnición.
A los minutos, por su propio pie llegó al hospital Salvatierra para que
fuera atendido de 5 balazos en el antebrazo, pierna y abdomen. Desde luego que
los medios de comunicación aprovecharon la ocasión para publicar los boletines
por debajo del agua que la autoridad les proporcionaba, para de esa forma
justificar su deformado trabajo, llamándolo asesino serial, sepulturero,
protegido y, desde luego la procuraduría de justicia tirar la pelota en contra
de la juez quien a su vez era defendida por el tribunal superior de justicia,
acusando de mal armada la averiguación previa pues los testigos se retractaron,
y luego de hacerlo los perversos policías del estado que sirven a los grupos
violentos asesinarlos por ‘culones’
De la misma forma, el despacho de abogados que tramitaba un amparo a
favor del Simón, a quien querían detener violando la ley, pues no tenían orden
de aprehensión, fue balaceado como una forma de advertencia para que dejara de
cumplir con su trabajo. Otro abogado, vecino pared con pared de éstos, fue
perversamente señalado por reporteros que se imaginan los hechos, con tal de
ganar la noticia, como a quien fueron dirigidos los balazos, incluso uno de
ellos se atrevió a publicar una foto con el rostro tinto en sangre.
Lo que no se dieron cuenta éstos candidatos al ´premio pulitzer choyero’
es que al sembrar terror sicológico crearon una perfecta arma para amedrentar a
la población, sobre todo ésta de BCS que recién había vivido un proceso
electoral, para de esa forma inhibir cualquier brote de inconformidad al
interior del PRI pues les era inconcebible que partido alguno les hubiera
ganado carro completo. Claro que la idea debió brotar de los ‘asesores’ de
Isaías o de Esthela pues eran éstos a quienes estaban enfocadas las baterías de
la traición.
Mientras ello sucedía, trascendió que la procuraduría de justicia armaba
más delitos para solicitar orden de aprehensión en contra del Simón quién, al
enterarse del ardid ministerial, fue manipulado por quienes lo dominan
mentalmente para darse a la fuga. La madrugada del 13 de agosto, en ‘un
descuido’ (se durmió) del único guardia que le vigilaba la puerta, el Simón fue
auxiliado por su novia quien lo ayudó a subir a una camioneta, preparada ex
profeso para la fuga, para de ahí conducirse a la colonia Villas del Encanto
pero una patrulla les hizo el alto y en la revisión notaron que el hombre iba
ensangrentado, evidencia que les sirvió para detenerlos ante las amenazas de
muerte de la novia y del herido.
Con la orden de aprehensión ‘calientita’ el mal llamado asesino serial
fue nuevamente encerrado en la cárcel, donde seguramente recibirá tratamiento
sicológico para que ‘olvide’ la participación de policías del estado y
ministeriales al servicio de los grupos violentos.
Coincidentemente a la salida,
balaceada, fuga y reaprensión del Simón, los asesinatos, ejecuciones y
‘levantones’ de puchas y adictos incrementó el morbo en los medios de
comunicación, trasmitiendo el mensaje de que la guerra entre grupos violentos
no acabaría en BCS. Jacinto Romero fue el único que se atrevió a señalar que en
menos de tres meses se acabaría esa ola de violencia, noticia que fue recibida con
agrado por algunos periodistas honestos (hay pocos) No fue así cuando
pronosticó carro completo para el PAN, al inicio de la campaña política.
Incluso fue causa de burla de varios adictos al PRI que escribían largos
jajajas en su facebook. Una vez que el pronóstico se cumplió, ninguno de los
burlones se atrevió a rectificar su mofa.
Los cuerpos de seguridad que trasmiten subrepticiamente la información privilegiada
para algunos medios de comunicación, aprovecharon la recta para hacer creer que
el incremento de estos nuevos hechos violentos se debía a la salida del Simón y
no a la participación del estado para inclinar la balanza a favor de Luis Montoya
en La Paz y del Javi en Los Cabos. Sin embargo fueron varios usuarios de las
redes sociales que se percataron que los boletines oficiales sólo daban a
conocer como responsables a la China, el Cochi, los Dámasos o los 28.
El 17 de agosto de nueva cuenta la marisquería Del Vado (donde muriera
un camarógrafo en los momentos de la detención del Grande) fue escenario de una
balacera con saldo de un muerto y dos heridos. El fallecido era el jefe de
plaza de la población de López Mateos del municipio de Comondú y los heridos,
uno el dueño y otro el músico que amenizaba el lugar. Al salir los matones
dispararon contra una picap Ford Lobo que les pareció sospechosa, enseguida
subieron a una picap Toyota dándose a la fuga con rumbo desconocido.
La sicosis obligaba a la población a no salir de sus casas, por si fuera
poco, el alumbrado público, los parques, mercados y oficinas del ayuntamiento
paceño quedaron a oscuras por el mal manejo de los dineros que los
contribuyentes pagan por los servicios que proporcionan: Predial, dotación de
agua, placas, licencias para manejar, licencias para negocios, etc.
Los rumores causaban mayor miedo, terror en algunos y pánico en
otros, a grado tal de trasmitir la
especie de que se suspenderían los festejos del grito de independencia y del
desfile militar, pero la toma de posesión del nuevo gobernador vino a dar calma
a los rumorólogos pues en su mensaje a la población dijo que acabaría con los
Grupos Violentos.
Días antes der la toma de posesión, en el Ejido Melitón Albañez, según
se va de La Paz a la población de Todos santos, cinco perversos sujetos dieron
muerte a dos niños que acompañaban a un supuesto vendedor de drogas, donde por
cierto murió éste y su esposa, dejando heridos a un niño y dos adolescentes.
Los hechos fueron insoportables para la mayoría de los Hidalgos Caballeros de
la Mancha pues los grupos de inteligencia filtraron la especie de todos y cada
uno de los que participaban en esta lucha por las plazas de BCS.
Dice un escrito filtrado que el procurador Adonaí es el que ordena a los
ministeriales a quien ejecutan, levantan y entregan a los jefes de las plazas.
Dentro de la lista están algunos que pertenecen a los grupos COE y Jaguar, así
como puchas, matones operadores logísticos, casas de seguridad, carros,
domicilios, escoltas, hijos, hermanos y sobrinos de los jefes de las plazas,
¡vaya! Hasta un cantante y un trabajador de canal 10 de televisión como enlaces
con los jefes.
El 19 de septiembre detienen a La China cuando intentaba abordar un
avión en el aeródromo de Cabo San Lucas y ¡entonces sí!, las luces multicolores
brillaron en el espacio mediático quienes se encargaron de hacer de Melisa
Calderón, a nivel nacional e internacional, la única responsable de los casi
180 ejecutados en los 14 meses anteriores. Sacaron un corrido de otra China,
ésta de Sinaloa que era aliada del Chino Antrax y, con bombos y platillos
festejaron los jefes policiacos la ocurrencia que estaba a punto de darles
seguridad para que el nuevo gobierno se fijara en ellos.
Bien, la algarabía mediática polarizó a la sociedad que no conocía la
China pues la presentaron en una fotografía con dos armas largas en sus manos. Armas
que la obligaron a portar. Una AK-47 y una R-15, pero eso sí, el procurador
dice que sólo le puede comprobar la participación en los hechos de un sólo
ejecutado.
En facebook se subió la siguiente información que se compartió más de un
centenar de veces, con decenas de comentarios y más de cien Me Gusta; o sea, la
nota llegó a más de cien mil lectores de BCS.
La China, como dieron en llamar los medios de
comunicación a Melisa Calderón es "La Mely" para sus amigos, no es
mala. El Zeta la hizo parecer mala gracias al 'privilegio' de sus fuentes de
información que no son otra cosa que distractores que envían mensajes a 'sus
contrarios' para que 'paguen piso'. Con lo que se puede leer en su facebook
bien podría escribir un libro. Sufría mucho, batallaba demasiado con los
escasos trabajos que tenía. Venta de joyería de plata, a veces una cuatrimoto,
otras lociones de imitación de buena calidad y todo para sus hijas que era, y
son sus tesoros. Su ‘Feis’ dejó de utilizarlo cuando la obligaron a incursionar
como ‘jefa de sicarios’. Ella podría dar datos dónde quedó su amigo El Riecke.
Ella intentaba cambiar de su vida licenciosa. Tenía más de cuatro años
batallando con sus miedos e incertidumbres, con su pasado; cuando de pronto
¡bum! La usan para distraer la verdad de ‘las bandas delincuenciales’ hay mucho
que escribir de ella, de su rol como mamá., como hija, como hermana, como
amiga, pero sobre todo como ser humano. No es pues lo que dicen los medios,
sobre todo el Zeta que despedaza a los seres humanos para proteger a los
verdaderos criminales. Ahí está el caso del Jonathan; despedazó la vida de un inocente
que dio por llamar ‘el hijo del gobernador’ para ‘tapar’ al verdadero culpable
por un buen fajo de billetes.
masiado con los escazos
trabajos que tenia. Venta de joyería de plata, a veces una cuatrimoto, otras
lociones de imitación de buena calidad y todo para sus hijas que eran, y son
sus tesoros. Su 'feis' dejó de utilizarlo cuando la obligaron a incursionar
como 'jefa de sicarios'. Ella podría dar datos dónde quedó su amigo El Riecke.
Ella intentaba cambiar de su vida licenciosa. Tenía más de cuatro años
batallando con sus miedos e incertidumbres, con su pasado; cuando de pronto
¡Bum! la usan para distraer la verdad de 'las bandas delincuenciales' Hay mucho
que escribir de ella, de su rol como mamá, como hija, como hermana, como amiga,
pero sobre todo como ser humano. No es pues lo que dicen los medios, sobre todo
El Zeta que despedaza a los seres humanos para proteger a los verdaderos
criminales. Ahi está el caso del Jonathan: despedazó la vida de un inocente que
dió por llamar 'el hijo del gobernador' para 'tapar' al verdadero culpable por
un buen fajo de billetes.
No es pues lo que dicen los medios, sobre todo El
Zeta que despedaza a los seres humanos para proteger a los verdaderos
criminales. Ahi está el caso del Jonathan: despedazó la vida de un inocente que
dió por llamar 'el hijo del gobernador' para 'tapar' al verdadero culpable por
un buen fajo de billetes.
Hubo dos o tres comentarios que la relacionaron con la
China Antrax, la del corrido, pero los más comentaron cosas positivas para
ella, lo que nos demuestra que hay más gente buena que enferma de la mente, del
corazón, del alma, del espíritu.
El día 10 de septiembre de 2015,
Carlos Mendoza rinde protesta como gobernador de BCS y empieza a nombrar su
gabinete y, desde luego, a tejer finito para trabajar con nuevo delegado de la
PGR y nuevo procurador de justicia de BCS y ¡Pum!, la burbuja de ejecutados
disminuye al 100%
La señal que brotó de inmediato
es que tanto el delegado de la PGR como el procurador de justicia anteriores,
estaban dentro de la ola de complicidades que empoderaron a los grupos
violentos con saldo de casi dos centenares de ejecutados, y dos docenas de
inocentes asesinados por venganzas personales.