martes, 23 de febrero de 2016

#esterito

Estadio de béisbol Estrellas del Esterito.

Ese es el nombre con el que, en honor a la justicia, se le debe conocer al que por conflicto de interés lleva el nombre de Ricardo Yuen Ham.
Cuando era campo llanero ahí se celebraba la liga Lorenzo "Tomate" Romero.
En la época de Roman Pozo, Ricardo Yuen Ham trabajaba en lo que hoy conocemos como Instituto del Deporte y, al oficializarse la liga, se le cambió al nombre de Miguel Núñez Lucero, pues un pariente de él era el presidente de la liga y, aprovechando la recta, Ricardo Yuen Ham le puso su nombre al Campo. Eso se conoce como conflicto de intereses pues se hizo de mulas Pedro, como lo han hecho los locos del pasado que se erigieron estatuas, bustos, y demás 'reconocimientos' para ocupar una página en la historia.
Ricardo Yuen Ham fue un gran deportista sí, pero no para que el nombre de un campo de béisbol llanero lleve su nombre, pero suponiendo sin conceder, como dicen los buenos abogados, que tal título haya sido autorizado por el Cabildo de aquel entonces, cuando se hizo estadio, no debió llevar su nombre, debió, como se lee al inicio, en honor a la justicia, llevar el nombre de Estrellas del Esterito como lo propusieron quienes sí jugaron béisbol en ese lugar, Ricardo Yuen nunca jugó ahí.
Peloteros de mayor calado que el de Ricardo Yuen Ham ha parido ese legendario barrio, sin embargo no buscaron ponerle el nombre de uno de ellos sino, en reconocimiento a las grandes leyendas, mejor propusieron, cuando se hizo estadio (con gradas, barda y malla perimetral) que llevara el nombre de Estrellas del Esterito pues, además de grandes peloteros, ese barrio tiene una trilogía de equipos campeones como el Azteca de los años 50's (equipo el que jugó El Bullanga Sánchez) Los Pumas de los años 60's y Los Yaquis de los 70's.


También, hace poco, en la remodelación del estadio, se borraron las camisetas y nombres de otros tantos peloteros que brillaron en ese lugar, eventos, los dos, el nombre del estadio y los nombres estampados en la barda (lateral izquierda) se deben elevar a las máximas tribunas edilicia y legislativa para el rescate de la cultura tradicional, y que la justicia se apegue a la  verdad.

lunes, 1 de febrero de 2016

cuarto poder


Editorial
Cuarto Poder
La sociedad ha visto a lo largo de la historia el poder de la prensa como contrapeso de los poderes políticos y ha validado su papel en el proceso de liberación del pueblo de las garras de las monarquías absolutas y hereditarias así como en la conquista de los derechos más elementales de toda democracia, sobre todo después de estudiar la Independencia de los Estados Unidos en 1776 y la Revolución Francesa de 1789.
Se ha difundido el eslogan de “cuarto poder”, cuya aplicación original, en boca de Edmund Burke, era solamente al cuarto espacio de quienes ocupaban los escaños en el Parlamento inglés, al lado de quienes ocupaban los otros tres. Pero su significado ha rebasado la analogía y todavía abundan los que creen gozar de un fuero especial en el ejercicio de su profesión informativa.
Pero también el debate ha llevado a periodistas e intelectuales en todo el mundo a señalar que en nuestro tiempos los medios masivos de información en México constituyen ahora el primer poder, habida cuenta de la fuerza que obtuvo la prensa de finales de 1950, además de que la televisión se impuso a las masas a partir de 1960 rebasando los favores que la radio prestó a gobernantes y líderes políticos como Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez entre otros.
Más tarde, al triunfo del capitalismo feroz y la libertad de mercado,  la concentración de los medios en unos cuantos magnates disparó la duda de si el periodismo, asociado plenamente con el poder financiero, al someter a los otros tres poderes, era ya el número uno.
Por lo menos en México la discusión se centra en el malestar que causa el abuso de Televisa, con su aliada Televisión Azteca, en la producción de leyes a modo, a través de la coacción de sus directivos o de lo que se conoce como su “Telebancada” en el Congreso de la Unión, y no se diga en la docilidad a sus dictados de los otros tres poderes y del resto de los funcionarios públicos. Y más se habla del asunto en estas fechas de la Reforma a la Ley de Telecomunicaciones como anuncio de nuevas opciones de televisión abierta. Sin embargo, con la aparición de internet y de las redes sociales, lo que estamos viviendo a escasos años de la aparición de Facebook y luego de Twitter, es que el verdadero “cuarto poder” está en la opinión pública, como lo ha estado siempre en una sociedad democrática merced al fervor sobre los asuntos importantes que los medios masivos tienen como deber provocar en las audiencias.
Los medios han sido y son –como su nombre lo indica– solamente intermediarios para tender puentes comunes entre la realidad y los receptores, quienes confían en la interpretación de esa realidad y en la calidad moral de los periodistas al traducir técnicamente dicha realidad en historias y relatos de alta credibilidad.
Hoy más que nunca se pone de manifiesto que es la opinión pública el contrapeso de los poderes constituidos, porque de nada sirve el clamor y el escándalo de los medios si no encuentra el eco requerido en la conjunción de voluntades de los destinatarios de los mensajes para proceder a una acción. Y como sin medios de comunicación no hay opinión pública, aquéllos  se apropiaron lo de “cuarto poder” al tergiversar el auténtico significado que le daba Edmund Burke en 1766, derivado de la propuesta de Montesquieu en El Espíritu de las Leyes.

Hoy internet y las redes sociales nos están ubicando al poner como contrapeso  al poder de la comunicación mediática, el poder de la comunicación directa, muchas veces interpersonal y cálida. Y por eso vemos que es un poco menos decisivo lo que los medios dicen y más, mucho más, lo que nos dicen otras fuentes, sean fidedignas o no, pero crean opinión pública y convocan a determinadas movilizaciones.
Se dice empresario
Regidor del PRD
Decía Paz Cosío, célebre carpintero del barrio, que el dinero y el embarazo no se podían ocultar.
Qué méritos tiene César Juárez para ser regidor del PRD?

Últimamente se le vía muy pegado al Güero de la Misión y a Saúl González, es lo único.
En el nacimiento del PRD no estuvo. Con la llegada del Toñaco al PRD tampoco se le vio; luego que llegó Ricardo Gerardo tampoco se le vio. A la llegada de Leonel su figura no se notaba.
En su facebook dice que es empresario y el único testimonio de su actividad empresarial se podría iniciar el 23 de octubre de 1998, cuando su hermano Juan Ricardo Juárez Castillo le compra 550 metros cuadrados a la Inmobiliaria Avicam SRL de CV a favor de la “Estación de Servicio Las Garzas SA de CV” presentando para su inscripción, en el registro público de la propiedad del ayuntamiento que presidía ¡Leonel Cota!, el primer testimonio 8187, volumen 243, del protocolo 22 de octubre de 1998 (de un día antes – raro, ¡muy raro!) signado ante el notario público número 11 de esta ciudad de La Paz BCS.
Como he demostrado, Saúl y Leonel han asesinado, y mandado asesinar, a más de cuatro. También han sido cómplices en otros tantos asesinatos. De los que puedo demostrar son: Los hermanos Yañez Maldonado, el Mañanitas Amador Talamantes, Antonio Alcantar, Manuel Ceseña y Salomón Ricaldai, entre otros.
¿Es el regidor cómplice de estos sujetos?
Sin necesidad de demostrarlo, él sólo caerá en la trampa.
Confesión de parte, relevo de pruebas. Al tiempo.

Cancelaciones caprichosas
Errores garrafales
del ayuntamiento de La Paz
Trascendió que Armando Martínez Vega está solo, navega con una carga burocrática que no rema a su ritmo. Un cabildo que desconoce procedimientos, un cuerpo de ‘ministros de primer nivel’ que no lo asesoran como debe ser.
Como es del dominio público el ayuntamiento anterior concesionó el alumbrado público a una empresa inexistente, una compañía que no tenía ni camiones para prestar el servicio para cambiar los focos que ella se habría prometido hacer cuando fuere necesario. Para que contara con las grúas, servicios públicos le regaló los camiones y, con ellos empezó a realizar los trabajos de cambios de lámparas en la vía pública. Entre las cláusulas se advierte el pago de la energía eléctrica que no rebasa el millón 800 mil pesos mensuales.

El costo de las lámparas Zen es de 2,360 pesos y, con los 3’200,00 pesos que le sobran, de un contrato de 4 millones de pesos mensuales, bien podrían cambiar 1,356 lámparas cada 60 días (¿?), o sea, el municipio de La Paz contaría con lámparas nuevas, cada dos meses, en todo su territorio; pero no, prefirió la anterior administración hacer millonario a un grupo de pillos representados, ahora, por Manuel Arce Delgadillo, otrora director de seguridad y tránsito municipal ¡precisamente en el periodo de la tranza!
Para que éstos continuaran con la tranza, el cabildo actual, deshonesto e incapaz, le sugirió al presidente municipal que cancelara el contrato de la compañía fast track, por vicios ocultos o, como le llaman ahora pomposamente: por conflicto de intereses, lo que de inmediato, luego de que se aprobó, también fast track, (por mis wüevos) lo que permitió que un amparo corrigiera el capricho y enderezara la corrupción, ordenando que se le siguiera pagando el contrato de 4 millones de pesos mensuales y, si le da la gana a la ‘compañía’, ahora representada jurídicamente por el pillo Manuel Arce Delgadillo, podrá poner las lámparas, si le da la gana y, si no, no, pues el amparo dice ¡páguesele!, no dice que ponga los focos que se fundan, ni que pague a la CFE el recibo de 1 millón 800 mil pesos mensuales.
El ‘contrato’ original decía 15 años, y hoy dice 25 años.

Por otro lado, ese mismo ‘glorioso’ cabildo autorizó la cancelación de otro permiso para que entes sin escrúpulos destruyeran parte de la sierra de la laguna en busca de oro, creyendo que con esa cancelación corregían las sinvergüenzadas del anterior cabildo que se llevó una buena tajada, según consta en diversas notas periodísticas y pronunciamientos de las diversas organizaciones en contra de la minería, encabezadas por Ángel Trasviña, del Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida.
También, como el caso del alumbrado, el juez de distrito enderezó la corrupción ordenando, a través de un amparo, que los Pepe Hevia, David de la Paz y Fabricio González se salieran con la suya pues para conseguir los permisos les dieron un dinero al anterior cabildo y presidente municipal.